©Rafael Victorio Ruiz
Chiapas en riesgo
Todos los municipios de Chiapas tienen zonas de riesgo de inundaciones, derrumbes y deslaves a consecuencia de las lluvias, pero hay algunas regiones con mayor vulnerabilidad. Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, las dos ciudades de mayor importancia en la entidad ya han sufrido estragos en estragos en esta temporada de lluvias y apenas está empezando la temporada alta de la temporada de ciclones y huracanes, por tanto, surge la necesidad de estar prevenidos, no solamente las instituciones gubernamentales sino la propia sociedad.
En 1998 fue en el mes de septiembre cuando un temporal devastó comunidades completas y ocurrió la desaparición de Valdivia en el municipio de Mapastepec, cuando millones de toneladas de piedra y lodo llegaron desde la Sierra Madre. En ese desastre se contabilizaron cientos de muertos y desaparecidos, en 31 municipios sufrieron daños casi 17 mil viviendas de las cuales la mitad sufrieron pérdidas totales.
Otra devastación ocurriría unos años después, en octubre del 2005, cuando el huracán Stan acabó con colonias completas, desde el río Suchiate en la frontera con Guatemala hasta Arriaga en los límites con Oaxaca; las regiones Costa, Soconusco, Sierra y Frailesca fueron las más afectadas. Ese fenómeno también dejó oficialmente más de 80 personas fallecidas y un número similar de desaparecidos; las carreteras y el ferrocarril inservibles, tanto que éste último ha sido en los últimos meses que ha vuelto a empezar a operar con cierta normalidad.
Todo hace indicar que no aprendimos las lecciones que nos dio la naturaleza; siguió la destrucción de los recursos forestales, las partes altas están cada día más “pelones”, han seguido las acciones de la roza, tumba y quema para ampliar las fronteras agrícolas y los programas de reforestación no han dado resultados. Una lluvia de menos de tres horas, aunque intensa, hizo que el lunes pasado se desbordaran tres arroyos en Tapachula y dejaran afectaciones en 24 colonias asentadas en sus márgenes. La población está ocupando sus cauces al prevalecer asentamientos irregulares, tanto que muchas viviendas prácticamente se encuentran dentro de los afluentes. Lo ocurrido ahora puede ser solamente un aviso de lo que puede venir.
No solamente es Tuxtla Gutiérrez y Tapachula; en esta temporada ya se han presentado afectaciones por las lluvias en los municipios de Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acapetahua y Mapastepec, en donde se han registrado desbordamientos de ríos y arroyos en las partes bajas, así como derrumbes y deslaves en las zonas altas, aunque han sido atendidos y no ha se reportan regiones incomunicadas por la vía terrestre, pero sí dejan ver la necesidad de que se tomen las medidas pertinentes para prevenir mayores desastres.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua este ha sido uno de los años más secos, tanto que muchos estados enfrentan problemas por falta del vital líquido y uno de ellos es precisamente Chiapas, pero también se ha visto que llueve en un poco tiempo lo de muchos días o hasta meses. Así ha ocurrido en la capital del estado y en Tapachula, en donde también quedó demostrado que algunas obras de drenajes pluviales realizadas por administraciones anteriores recientes dejan mucho que desear.
El desastre causado por las lluvias en 1998 mostró las carencias de las autoridades de ese entonces para hacer frente a la emergencia, evidenció la vulnerabilidad social en que se encontraba la población y se podría pensar que si bien no pudo ser prevenido serviría como ejemplo para evitar otro similar; eso no fue así, llegó el 2005 y el Stan fue mucho peor en cuanto a pérdidas materiales, aunque no humanas y hoy tenemos que reconocer que no hemos aprendido ni entendido las señales. Sigue la devastación de los recursos naturales, la deforestación y los incendios. El daño a la “Madre Tierra” es severo.
Se requiere emprender políticas públicas claras para cuidar a la naturaleza, realizar programas de reforestación y el rescate de cuencas hidrológicas en la Sierra Madre chiapaneca, aunque también que las autoridades asuman su responsabilidad y eviten que sigan registrándose asentamientos humanos en las márgenes de los ríos o zonas de alto riesgo, caso contrario no se duda que podrán ocurrir otros desastres.
A escena
En Huixtla, en meses anteriores fue desarticulado el Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento, basado en resoluciones de jueces competentes y derivado de ello, todos sus integrantes perdieron derechos, aunque por una determinación del cabildo se decidió otorgarles un finiquito que se ha ido dando paulatinamente. Mes con mes, grupos de ellos reciben el pago correspondiente… Empleados municipales de Tapachula por su parte realizaron una manifestación para pedir que se les brinden los servicios médicos a que tienen derecho y acusaron que el titular de Salud Municipal, Moisés Bahamaca, de no cumplir con su responsabilidad, tanto que dicen que no hay médicos ni medicinas para ellos y sus familiares… Por cierto, en Tuzantán habitantes de diversas comunidades rurales pidieron con urgencia la intervención de las autoridades de salud, federales y estatales ante presuntos brotes de dengue, ya que desde hace meses se dejaron de realizar acciones preventivas como descacharrización, fumigaciones y abatización. Los mayores problemas se vienen registrando en el ejido Xochiltepec, tanto que en el jardín de niños Xicoténcatl; la primaria Belisario Domínguez y la secundaria Unión y Progreso se reportan que muchos de los estudiantes han sido afectados por esa enfermedad… En los municipios de la costa chiapaneca crecen las inconformidades en contra de la empresa APP Arriaga-Tapachula por el estado de la carretera, cuya rehabilitación avanza a paso de tortuga y a causa de ello ocurren muchos accidentes que dejan saldos fatales, por lo que urgen a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes intervenir y obligar a esa compañía a agilizar los trabajos que no son gratuitos… Hasta la próxima.
(iM-rrc)